En este
artículo escrito por el doctor Francisco Hederra Concha y publicado en la
revista “En Viaje” en el año 1942, hace referencia a la famosa frase que ha
llegado hasta nuestros días. También en el Mall ubicado al lado del Casino tiene en su segundo piso un reloj
de tres esferas indicando las horas de estas ciudades en cada una de ellas.
En la calle
Uno Sur o del Comercio, donde hubo después una librería, había una tienda que
se distinguía entre las otras por su aspecto elegante y novedosa exhibición de
mercadería. Era nota saliente en el desaliño y vulgaridad de las amontonadas
tiendas de entonces.
Tras los
vidrios de la ventana había un telón de alzar y bajar, en cuyo centro se podía
leer escrito en grandes letras “Sombrerería de lujo
de Ferdinand. Bodineau”. – Artículos para “Caballeros”, y abajo, en la guarda
del telón y en el zócalo de la ventana: "Talca, París y Londres".
![]() |
1 Sur con 5 Oriente |
Entonces era
Talca punto de término del ferrocarril y los pasajeros que venían del norte o
del sur estaban obligados a pernoctar en la ciudad, y era en las tardes y
noches ver gentes desconocidas que miraban con cierta displicencia las pobres
tiendas y ambulaban por la calle oscura muy poco transitada.
La
Sombrerería Bodineau tenía un amplio ventanal en donde se exhibían artículos de
novedad y gusto. En la tarde y en la noche aquella ventana profusamente
iluminada era un vivo contraste con la de las otras tiendas y almacenes. Un
verdadero foco de luz llamativo, deslumbrante en la pobre iluminación de la
calle y en la parpadeante de las tiendas.
![]() |
Estación de Talca |
La ventana
aquella era como un tropezón puesto a la curiosidad, un aviso de luz al
transeúnte y, precisamente, eran los viajeros quienes mejor lo sentían y lo
aprovechaban, acudiendo a aquella ventana con la esperanza de llenar, de
entretener algún rato en la larga y aburrida espera del día siguiente, en que
tendrían tren para seguir el viaje.
Y fue en
aquella ventana amplísima, novedosa, bien surtida, donde muchos viajeros
leyeron con sonrisa irónica: “Talca, París y Londres” y apuntaron en su memoria
el ingenuo y petulante aviso de un comerciante francés. Tanto lo leyeron y
repitieron que al fin llego a ser una frase popular. En más de una memoria solo
quedo, de la corta y molesta estada en Talca, la impresión y visión de aquellas
tres palabras y el vivo contraste de sus valores.
![]() |
Mercado 1928 |
Entonces Talca
tenía fama de orgullosa y altiva. Se había permitido en más de una ocasión la
valentía de elegir sus representantes en el Congreso sin oír las ordenes de la
Moneda; había hecho una revolución o levantamiento al Gobierno; un auto de fe
quemando en la plaza pública una sentencia de la Corte Suprema; contaba con el
núcleo más numeroso de radicales entre la gente “bien”; tenia sentimientos y
aspiraciones regionalistas contra el odioso centralismo de la capital.
El candoroso
anuncio del comerciante francés dio ocasión a esta enemistad de muchos y lo
convirtieron en un apodo o mote burlón, intencionado: ¡Talca, París y Londres!
Solo la fanfarronería talquina podría comparar estas capitales.
Tanto se
repitió el Talca, Paris y Londres, que hasta los conductores de trenes lo
aprendieron. Un señor Marín, que se hacía llamar “el rey de los conductores”,
decía llegando a Talca: “¡París señores!” y hacia un ademan apropiado a la
noticia.
![]() |
Iglesia Santo Domingo |
Un día, una
pluma talquina, escribió este mote en un diario de la capital, y uno de los de
aquí cometió la simpleza de reparar en él, darse por aludido y aun protestar,
lo que fue suficiente para que lo repitieran y quedara como un gesto de
muchacho travieso al viejo gruñón de tan sensible epidermis. Y mientras haya un
talquino que se moleste, habrá un majadero o gracioso que lo repita, que lo
escriba en un diario, en los muros de la estación, en cualquier parte.
Posteriormente
aparecieron varias versiones. La primera, más cercana a la redactada por el
señor Hederra.
Benito
Riquelme González, creador del museo bomberil, pintor, poeta, artesano del
periodismo y archivero de las cosas antiguas de Talca, relata su propia versión
que se ajusta a la del investigador doctor Francisco Hederra Concha.
Habría sido
el comerciante Francisco Bedineau, quien instalo una tienda de sombreros de
lujo en la 1 Sur con 11 Oriente, que llevo su nombre.
Este
comerciante, fue quien introdujo por primera vez en el comercio talquino, la
iluminación de vitrinas, por medios rudimentarios. Aun no había llegado la
energía eléctrica.
En el zócalo
de la tienda “Bedineau”, se pinto una lectura que lo explica todo “Talca, Paris
y Londres”, junto a un tarro de pelo (sombrero parecido al de copa), guantes
blancos y bastón, que eran las “armas” de los caballeros de la época y que
adornaban la vitrina en cuestión.
La
otra versión…
No con mucha
certeza, Augusto Hillmer Gambino, ex bombero, hombre que sabe mucho de Talca,
recuerda el origen de la frase, con otros antecedentes, dignos de considerar.
Cuenta que
varios años atrás, hubo una tienda de ropa fina en la 1 Sur al llegar a la 2
Oriente, que según él, establecería el slogan, que sintetiza la arrogancia de
los talquinos.
![]() |
1 Norte entre 4 y 5 Oriente |
Su dueño,
habría sido el ciudadano francés Alejandro Giraud, quien bautizo su
negocio con el nombre de “Le Primevere”. Un día hubo que dar a conocer la nueva
línea de sombreros y vestimentas enviados desde Europa, para la venta en dicho
negocio.
Fue aquí
cuando se contrato los servicios de un pintor, a quien se le encomendó la
misión del caso. Había que agregar en los muros de la tienda “Le Primevere” las
palabras: “Con importaciones desde Paris y Londres”. Nada más.
Pero el
destino le jugó una travesura al pintor. Allí quedaron escritas por muchos años
las palabras “con sucursales en Paris y Londres”. De allí, quedo configurada
por decenas de años la arrogante frase que distingue hoy y siempre a “Talca,
París y Londres”.
Hoy, esto lo ha sabido aprovechar una flota de buses de la zona que lleva por nombre “Talca, París y Londres” pintado en sus costados.
![]() |
Propaganda gratis..... |
Cualquiera
de las versiones puede ser la verdadera. Eso lo decide el lector ya que en
cuestión de gustos no hay nada escrito.
Me la habían contado que la dicha tienda 'Talca. Paris y Londres' estaba ubicada frente a la estación y que entonces antes de la construcción de la actual (Alessandri, 1930's) el letrero se podía leer desde los trenes y de ahí su difusión hilarante por todo Chile
ResponderEliminary, por cierto, los mencionados buses yo los había mirado a huevo, pero son harto buenos, la verdad ;)
ResponderEliminarHe buscado infructuosamente en internet una fotografía de la señalética carretera que en los años 80 observé y me fotografié en el. Tenía los kms hasta Talca, Paris y Londres; en una revista de un domingo leí que lo habían retirado personas rivales de la ciudad de Talca.
ResponderEliminar¿Alguien sabe de esta historia o enviarme una fotografía?.
Amigos talquinos de nacimiento no conocen la historia de esta señalética y yo no siendo nacido en la ciudad, pasé caminando frente a el.
agradesco si alguien puede ayudarme
mi correo... fabianplillo@gmail.com
Vi esa señal un par de veces. La instaló el Rotary Club y la retiró Vialidad (sin ningún sentido del humor), por no ser parte de la señalización caminera normada por ellos.
EliminarFue un inglés que dijo por la niebla TALCA PARECE LONDRES
ResponderEliminarEso es mentira, no hay registro de ese inglés. ¿Cómo se llamaba?
Eliminar